Dentro de los métodos de protección para el acero se encuentra el pavonado, este pasivado consiste en la aplicación de una fina película de color negro de óxido ferroso diférrico sobre la superficie de piezas metálicas.
El óxido negro de hierro (magnetita) proporciona una leve protección contra la corrosión, es por ello, que suele combinarse con un tratamiento a base de aceite, con la finalidad de retirar la humedad y reducir la acción galvánica sobre la pieza metálica.
El proceso anticorrosivo comienza con la inmersión de la pieza metálica en una solución de sales de pavón en agua. Dicha solución debe calentarse a punto de ebullición, aproximadamente entre 120 y 150 °C. El método de pavonado caliente es actualmente el más utilizado, ya que es el más eficiente para la protección contra la corrosión.
Dentro de las principales ventajas del pavonado es su aumento de la durabilidad de las piezas, mejora el aspecto, además, no altera las dimensiones de las piezas ya que no es un depósito; siendo una excelente alternativa de protección cuando existen estrechas tolerancias dimensionales.
La capa de oxido negro es muy efectiva para combatir la oxidación causada por condiciones ambientales como la humedad y el aire. Gracias a las grandes propiedades de este recubrimiento se emplea principalmente en la industria metalúrgica, automotriz, construcción y de armas.
